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Comunidad de Culdeo y el CESCH ingresan exigencia al SEA por proyecto industrial de residuos en Dalcahue

11 de diciembre de 2019

 

 

La mañana del pasado 6 de diciembre, el Centro de Estudios Sociales de Chiloé (CESCH) ingresó al Servicio de Evaluación Ambiental (SEA) la exigencia de un Estudio de Impacto Ambiental (EIA) para el proyecto “Planta de reconversión y aprovechamiento de biomasa ECOPRAB”, en el sector de Culdeo-Butalcura, comuna de Dalcahue.

 

Respecto a ello, cabe indicar que en este sector rural se pretende realizar un proyecto de reconversión y aprovechamiento de biomasa con una inversión inicial del orden de los 3.5 millones de dólares. La biomasa es materia orgánica originada en un proceso biológico, espontáneo o provocado, utilizable como fuente de energía. El titular del proyecto es la empresa ECOPRAB S.P.A., la cual pretende tratar entre 30 toneladas diarias de residuos en una primera etapa y 60 toneladas en una segunda etapa.

 

Esta iniciativa mantiene en alerta a los vecinos del sector por los potenciales efectos en su territorio y cotidianeidad de vida, especialmente cuando mediante la Declaración de Impacto Ambiental (DIA) ingresada por la empresa al SEA, se corrobora que  serán principalmente residuos de la industria salmonera. El anexo G, pág. 7, de dicha declaración es preciso al señalar que parte importante de los residuos a tratar serían:

 

  • Lodos orgánicos de plantas de tratamiento de residuos líquidos, provenientes de plantas de procesos de salmones.

  • Desechos sólidos orgánicos de la industria del salmón, como mortalidades de centros de cultivos y pisciculturas, vísceras de plantas de procesos.

 

En efecto, se puede afirmar que existe un riesgo latente de afectación a los sistemas de vida de la comunidad de Culdeo, en tanto se vería intervenido el acceso a recursos utilizados por la población local como sustento. En específico, se ponen en riesgo los sistemas antrópicos constituidos para la utilización de las aguas para el consumo humano. Sobre esto, el documento ingresado al SEA por el CESCH precisa:

 

“(…) tal como se señala en la Declaración de Impacto Ambiental del proyecto, la gran cantidad de personas en la comunidad se abastece directamente de las aguas superficiales y subterráneas de los acuíferos dentro del área de influencia, lo que podría significar en el corto y mediano plazo, un impacto significativo a los sistemas de vida autogestionada de las personas en el territorio. No obstante, la Declaración del titular del proyecto descarta de plano cualquier tipo de efecto o impacto en este sentido, lo cual resulta del todo insuficiente por la información contenida y presentada ante el presente procedimiento de evaluación de ambiental”.

 

Por otra parte, el titular del proyecto plantea que no existen cuerpos de agua superficiales en el área de influencia, lo cual es falso. Su “Estudio Hidrológico” no considera que, además de emplazarse sobre una turbera, existen cauces de agua superficiales en el predio donde se localizará la Planta de Tratamiento, los cuales reconducen a los ríos Puntra y Vilcún. Ambos elementos de hecho deben ser considerados al momento de realizarse la correcta evaluación de los impactos ambientales del proyecto. Como indican desde el CESCH:

 

“Así, se estaría incumpliendo lo establecido en el art.19, letra b.1) del Reglamento del Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental, en cuanto a la determinación y descripción del área de influencia del proyecto”.

 

De igual forma, según declaración de la empresa, tanto durante las etapas de construcción como operación se efectuarán obstrucciones a la conectividad de la localidad. Aquí es innegable, por tanto, la existencia de impacto de los camiones que movilizarían carga ascendiente a 30 ton/día y 60 ton/día para las etapas 1 y 2 respectivamente, en tanto utilizarían la única vía de acceso de la comunidad. Esto sería particularmente grave considerando que en esta misma se emplaza la “Escuela Rural Culdeo”, que el titular desestima como irrelevante en el capítulo 4 de su declaración. Respecto a ello, el documento ingresado por el CESCH al Servicio de Evaluación Ambiental aclara:

 

“El movimiento de maquinaria obstruiría la capacidad de movilización de los 18 alumnos matriculados en la escuela rural de Culdeo y el acceso al inmueble utilizado por la Junta de Vecinos del sector. Considerando el valor de la educación rural que permite a los alumnos y alumnas obtener educación básica sin desarticular las comunidades rurales, el proyecto necesariamente genera alteración al acceso de bienes, equipamiento, servicios e infraestructura básica de la cual depende la comunidad de Culdeo. Así, podemos indicar que los impactos presentados por el titular se encuentran mal proyectados, en cuanto afirma que sólo existen 4 alumnos matriculados en la Escuela Rural de Culdeo, distorsionando los efectos que podría tener para los asistentes de la comunidad a su espacio de educación formal”.

 

En definitiva, la comunidad de Culdeo y el Centro de Estudios Sociales de Chiloé (CESCH), este último junto a la asesoría jurídica de Carlos Felipe Soto Mondaca, reafirman el hecho de que las cargas ambientales e impactos en los sistemas de vida de la comunidad de Culdeo, hacen necesaria la reconsideración del mecanismo de ingreso del proyecto mediante un Estudio de Impacto Ambiental (EIA). Ello permitiría generar análisis que re-consideren estos efectos, todo ello para una mejor y más responsable toma de decisiones respecto a los proyectos a ejecutarse en el archipiélago de Chiloé.

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